Hoy me enterado de esta noticia, como no puedo ponerla directamente desde su página aquí, lo pondré tal cual. La web es:
Titular:
Un grupo de la Olavide rescata del olvido la represión de los homosexuales andaluces en el franquismo.
Eusebio Valderrama, represaliado por el franquismo, en una imagen de archivo. // DANIEL PÉREZ.
"En los partidos de izquierdas también había homofobia", sostiene el profesor José María Valcuende.
Eusebio Valderrama estuvo dos veces en la cárcel. Tres meses cada
una. “Llevar cuatro botones dorados en la chaqueta es una mariconada”,
le dijeron la primera vez. En la segunda ocasión se lo llevaron directo
al calabozo. Acababa de asistir con un amigo a una obra de
teatro. “Había una gran hipocresía, porque yo estaba en prisión por
homosexual pero un carcelero intentó violarme y me dijo ‘niña,
prepárate’. Yo empecé a gritar”, contó desde su casa en Málaga cuando el
Gobierno anunció las indemnizaciones a los homosexuales que fueron
represaliados en aplicación de las derogadas leyes de Vagos y Maleantes
(1954) y Peligrosidad Social (1970).
¿Cómo fue la represión de los homosexuales durante el franquismo en
Andalucía? ¿Cuántas personas fueron represaliadas por su sexualidad?
¿Cómo influyó la iglesia en esa represión? ¿Qué papel ejercieron las
familias? ¿Por qué se tardó tanto en incluirlas como víctimas
específicas de la represión franquista? Varios profesores de la
Universidad Pablo de Olavide, en colaboración con el Grupo de Memoria
Histórica de CGT-A, han iniciado un proyecto de investigación sobre un
asunto silenciado, olvidado e incluso tratado con recelo dentro de los
partidos de izquierdas, como ocurrió también con la represión que
sufrieron las mujeres durante la dictadura. “Es necesario reconocer como discriminación política la represión experimentada por estos colectivos,
como también es necesario analizar de forma conjunta su situación en el
caso andaluz, donde contamos con una escasa y fragmentaria
información”, explica el antropólogo José María Valcuende.
La prueba más evidente de esta discriminación, según los
investigadores, es la primera amnistía de la que fueron excluidos los
homosexuales, tanto los hombres como las mujeres: “Tuvieron que esconder
su sexualidad incluso dentro de los movimientos sociales que
contestaban al franquismo (partidos políticos, organizaciones
sindicales…) y en sus centros de trabajo o incluso en la familia. La
sexualidad estaba condenada en el mejor de los casos al ámbito de lo
privado, y su consideración oscilaba entre la perversión, la enfermedad o
el delito. Todo ello producto de la intoxicación ideológica del
franquismo y de la iglesia durante tantos años de dictadura”, argumenta
el equipo de investigación, compuesto por los antropólogos Valcuende,
Ángel del Río, Rafael Cáceres y Assumpta Sabuco -profesora de la
Universidad de Sevilla-, los psicólogos David Alarcón y María Marco y
los trabajadores sociales Juan Blanco y Nuria Cordero, todos profesores
también de la UPO. “En los partidos de izquierdas también había homofobia“, sostiene Valcuende.
“Las entrevistas realizadas hasta el momento nos aproximan a una
realidad dura, de discriminación e indefensión. El tiempo corre en
nuestra contra, sobre todo a la hora de aproximarnos a la situación de
las personas de más edad”, añade.
Miles de personas fueron detenidas en la dictadura por ser
homosexuales. Hasta el pasado diciembre, el Gobierno había examinado 173
solicitudes: 111 positivas, 44 negativas y 14 inadmitidas. Los
Presupuestos Generales del Estado fijan el próximo 31 de diciembre como
límite para presentar las solicitudes. ¿Por qué el número de solicitudes
es tan bajo con respecto a las detenciones que se produjeron? “Las razones deben ser analizadas con profundidad, pero en todo caso es posible que mucha gente no haya querido salir del armario,
y que, por otro lado, las detenciones que llegaron a un tiempo menor
del estipulado en la ley han quedado fuera, como quedan fuera los malos
tratos y vejaciones, de los que evidentemente no vamos a tener
constancia documental”, responde el profesor de la UPO.
La investigación andaluza, que abarcará toda la dictadura hasta la
transición, pretende visibilizar las dimensiones de esta represión, la
resistencia de estas personas y su lucha. Para ello, los profesores analizarán especialmente los mecanismos represores directos, como las cárceles y los psiquiátricos;
las consecuencias de estos procesos, como las penalizaciones sociales,
los destierros, la emigración… Y las estrategias de ocultación y
resistencia individual y colectiva de estas personas.
DISTINTA REPRESIÓN
No todos los homosexuales fueron represaliados de la misma forma.
Empezando por las diferencias entre hombres y mujeres. Ellas fueron
internadas mayoritariamente en psiquiátricos, en algunos casos, enviadas
por sus propias familias, en busca de un tratamiento que las curase.
“Trabajar con los archivos de los psiquiátricos puede aproximarnos a
una parte de la represión prácticamente desconocida”, aclara Valcuende.
Ellos ocuparon mayoritariamente las cárceles. “La sexualidad del
hombre era más visible. En el caso de las mujeres la sexualidad se
vivía de forma más oculta y podía pasar más desapercibida, sobre todo en una sociedad a la que le costaba especialmente reconocer la sexualidad entre mujeres”.
Los homosexuales, cuando era posible, eran separados del resto de sus
compañeros, bien en campos de trabajo, en pabellones especiales en las
cárceles, o en las cárceles que se habilitaron al efecto en Huelva y
Badajoz. Muchos de los homosexuales andaluces fueron apresados en
Cataluña, a partir del proceso de una emigración que fue económica y
política. “En algunas entrevistas nos cuentan que la mayoría de los
homosexuales presos en Cataluña eran andaluces. “Aunque la represión se
produjo en todos los estratos sociales, esta fue especialmente dura con
las clases subalternas, que fueron fundamentalmente las que nutrieron
las prisiones”, concluye Valcuende.
No hay comentarios:
Publicar un comentario