7/11/11

A DIFFERENT LIGTH


A Different Ligh
Un joven artista, que decide viajar a la galaxia a pesar de saber que si lo hace, sólo tiene un año de vida.
Jimson Alleca es un artista que tiene cáncer en un universo donde el cáncer es curable, pero no para él. Su enfermedad es controlada, siempre y cuando se mantenga en su planeta de nacimiento de nuevos terrenos y no navegue en el espacio, lo que haría que su cáncer ponerse fuera de control y matarlo rápidamente. Él ha creado con su arte  nuevos terrenos y piensa que incluso un planeta es un lugar muy grande, hasta que su amiga y amante, Leiko le manda una foto que le inquieta y le hace interesarse por cosas nuevas para dibujar y una luz diferente a verlos. Jimson Alleca al seguir a Leiko al espcio se encuentra con un antiguo amante, Russell, que ahora es un capitán del espacio. Russell ha sido contratado por un amante del arte de robar una máscara de cristal en un planeta lejano llamado Demea. Así Jimson, Russell, y la tripulación se unen para un viaje ilegal, que se convierte en una carrera contra el tiempo. Jimson es igual que nosotros, vive atrapado en un planeta y sabe que vivirá menos de un centenar de años, excepto que está rodeado de gente que va a vivir durante cientos de años y que pueden ver muchos planeta y un sin fin de posibilidades, y eso lo hace muy diferente. Él está constantemente consciente de los límites que se pueden compartir y comprender, pero que sus amigos no lo hacen. Perdió Russell, aunque se amaban, ya que Russell no puede soportar hacer frente a los límites Jimson y lo que significan para él. Jimson es limitado y finito. El viaje  trata de su incursión en el universo más amplio, y sobre ese universo y la gente se encuentra con el amor y el arte que logra crear en el poco tiempo que tiene. Hay un montón de cosas brillantes en el universo La dimensión de bombo, con su laberinto que allowes viaje FTL, los planetas perdidos, los exploradores del equipo X-, telépatas, las máscaras misteriosas, el Verdians. Y cada planeta tiene una luz diferente. Es un universo fantástico con espacio para un montón de historias

Inusualmente para 1978, Jimson Alleca es bisexual, y lo vemos con una relación significativa y afectuosa con Leiko, un piloto de bombo hembra, y con Russell, un capitán de la estrella masculina. Esto es algo que el texto da por sentado y nunca da una idea de su sexualidad. No hay sexo explícito aquí, pero hay un universo donde no hay expectativa por defecto de la sociedad sobre el sexo de su pareja, lo cual es refrescante. Otra cosa asombrosa es la descripción del arte Jimson Alleca, la forma  en que lo hace y habla de ello, la forma en que quiere hacerlo y piensa acerca de los materiales y formas, parece absolutamente auténtico.
Elizabeth A. Lynn. (1978).









El demonio del brujo
Un cuento de la misma autora. Que realmente me gustó mucho. Pinchar en la última imagen para terminar de  leerlo.


Contaban esta historia en los Condados del Este, en Ryoka. La casa de la Bahía de Kameni ha desaparecido, cubierta por la inquieta arena. En el caso de que Shea, el Señor del Mar, viva todavía, será ya muy viejo, y su poder habrá desaparecido. Pero la bahía aún permanece, gris y fría. Rizada espuma blanquecina crece y se dirige a la orilla una y otra vez. El viento azota la superficie del errabundo océano, y si pudierais permanecer en las rocas que desgarran el agua de la bahía, podríais oír, efectivamente, los sonidos que hace un hombre al sollozar.
En los tiempos en que ocurrió esta historia había brujos en Ryoka, grandes brujos, y brujos más pequeños. Algunos tenían nombres que la gente del pueblo podía citar. Otros no tenían nombre. Algunos vivían en cavernas, campiñas y montañas. Otros vivían en casas, y tenían la apariencia de los mortales y hablaban su mismo lenguaje. Uno de estos últimos era Shea. Nadie está seguro por completo de cuándo apareció por primera vez, guiando su nave, la Atrapavientos, en dirección al puerto de Skyeggo, aquel hombre ni alto ni bajo, silencioso y vestido de gris. Construyó una casa en las orillas de la Bahía de Carneni y contrató criados para que le atendieran, y encargó un navío en el puerto de Skyeggo y, cuando lo hubieron construido, contrató marineros que lo tripularan. Pagó con un oro que no se fundía. La nave viró hacia el sur, y hubo quien juró que no volvería. Pero cuando regresó, abarrotada de especias, maderas finas, plata y toda clase de objetos preciosos, cesaron los rumores. Cuando Shea se hizo construir una segunda nave, y una tercera, los mercaderes de Ryoka empezaron a hacerse preguntas. Fletó la segunda nave, y la tercera, y ambas regresaron. De ese modo, Shea, Señor del Mar, atrajo a la gente a su servicio, y se dijo que pocos lo lamentaron. Ladrones y granujas no encontraban sitio junto a él, pero las personas honestas siempre eran bien recibidas.
Andando el tiempo hubo algunos que pudieron llamar a Shea «amigo».
Uno de ellos era Rhune. Había capitaneado la primera nave, sin saber adonde se dirigía ni qué iba a encontrar, pero confiando en la palabra del brujo. (Lo que encontró en las tierras sureñas no forma parte de este cuento.) Era un hombre alto, silencioso, difícil de encolerizar, pero temido en los muelles por su habilidad en el combate. Se le veía a menudo paseando por la ciudad o por las orillas de la Bahía de Kameni en compañía de Shea. Nadie se sorprendió en los muelles cuando Shea le nombró almirante de su flota.

Pero un otoño Rhune se marchó —dicen que se desvaneció en la noche—, y en la ciudad corrió el rumor de que había ofendido a su amo, el brujo, y que había pagado un vergonzoso y terrible castigo por su ofensa. La gente decía que había muerto, o algo peor, o que estaba prisionero en algún sitio, en algún infierno conocido sólo por los magos. Las murmuraciones fueron creciendo y desplazándose hacia ios Condados del Este. Pero siempre cesaban dondequiera que Shea volviera sus fríos ojos, grises como el mar. La gente aprendió a no pronunciar el nombre de Rhune cuando el Señor del Mar pudiera oírlos, y Birne, otro de los capitanes de Shea, fue nombrado nuevo almirante de la flota.
Pero los recuerdos se desvanecen y las lealtades humanas son veleidosas. Nuevas istorias circularon por la plaza del mercado y los muelles de Skyeggo. Un atardecer de otoño, Shea les dijo a sus sirvientes:
—Quiero pasear por la bahía. No me molestéis.
Y los sirvientes le despidieron con una reverencia, sin hacer preguntas, pues habían oído aquella misma orden muchas otras veces, aunque, a decir verdad, no tantas a tan tardía hora.
Shea caminó por el borde de la arena. Observaba el ir y venir de las olas. Se arremolinaban a su alrededor, sin tocarle, dejándole un espacio libre en la húmeda arena.
Shea avanzaba Las olas retrocedían.
El mago habló en voz alta.
—¿Rhune? —llamó...........


Relato que se encuentra con los de otros autores en " Los Mejores Relatos de Fantasía II ", Traducidos por  Ellen Kushner.

Título original: Basilisk
Traducción: Francisco Arellano
© 1980 by Ellen Kushner
© 1985 Ediciones Martínez Roca
Gran vía 774 - Barcelona
ISBN 84-270-0994-1
Edición digital de Umbriel
R6 08/02

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...