UN TOQUE ROSA

UN TOQUE ROSA

Dirección y guión: Ian Iqbal Rashid.
Países: Canadá y Reino Unido.
Año: 2004.
Duración: 92 min.
Género: Comedia romántica.
Interpretación: Jimi Mistry (Alim), Kyle MacLachlan (Espíritu de Cary Grant), Kristen Holden-Ried (Giles), Suleka Mathew (Nuru), Brian George (Hassan), Veena Sood (Dolly), Raoul Bhaneja (Khaled), Liisa Repo-Martell (Delia).
Producción: Julia Sereny, Jennifer Kawaja y Martin Pope.
Música: Andrew Lockington.
Fotografía: David A. Makin.
Montaje: Susan Maggi.
Diseño de producción: Gavin Mitchell.
Vestuario: Joyce Schure.

Sinopsis:

Alim (Jimi Mistry) es un amante del romanticismo y el estilo del viejo Hollywoo, llegando al extremo de "convivir" con el espíritu del galán Cary Grant (Kyle MacLachlan). Alim es un joven canadiense sudasiático que vive en Londres junto a su guapo, encantador e inteligente novio inglés, Giles (Kristen Holden-Ried), ignorante de la presencia del compañero espiritual, y guía, de su amante. Alim y Giles son felices juntos, a pesar de la presencia de Cary, hasta que la madre de Alim, Nuru (Suleka Mathew) llega a hacerle una visita. Totalmente ignorante de que su hijo es gay, Alim consigue que Giles se haga pasar por un simple amigo, Nuru deja claro que el propósito de su visita es encontrar una novia musulmana apropiada para Alim y convencerle para que vuelva a Canadá para casarse como dispone su religión musulmana de la secta Ismailita. La aparición de su madre, desordena el mundo de Alim y de Giles, al extremo de romper su apasionada relación. Alim, ante la separación, viaja a Canadá con su madre para asistir a la boda de un primo de su misma edad. Su madre, ya enterada de que su hijo es gay, parece avergonzada de ello, pero las cosas de la boda discurren de forma inesperada y, al final, queda clara la hipocresía de sus costumbres respecto a la sexualidad de los hombres y las cosas cogen un camino mucho más claro y sincero. Todo lo anterior con la presencia del espíritu de Cary y las viejas y románticas películas que éste filmó. Una comedia encantadora más que agradable y con un fondo positivo y bastante clarificador de lo que significa la hombría en muchas culturas que rechazan la homosexualidad y, sin embargo, la justifican siempre que los hijos varones se casen, tengan hijos y trabajen para sus padres.